Reglas básicas para tener una web profesional

En los negocios tradicionales, es importante que el aspecto de una tienda sea pulcro y cuidado. La fachada y el escaparate son la carta de presentación de un comercio. Si esta falla, probablemente las posibilidades de que entre (más) gente sean infinitamente menores a si disponemos de un local que cuida su aspecto exterior. Pues bien, en internet ocurre prácticamente lo mismo.

No hacen falta grandes florituras, diseños demasiado innovadores o arriesgados, tampoco mezclar muchos colores y volver nuestra web extravagante o complicada. Un diseño web profesional se caracteriza por su sencillez, y no solo a la hora de organizar el contenido y hacerla útil al usuario, que es de lo que realmente se trata, sino de tener un diseño dinámico, elegante y cuyos colores y fondos no difieran mucho de la temática donde está incluida nuestro negocio.

Encomendar un diseño web a medida a profesionales con buenas ideas y casos de éxito es una opción, apostar sobre seguro y no caer en las típicas “trampas” de webs a costes tremendamente bajos que, al final, no sabrán trasladar la idea que tenemos. Y, además, con el peligro de que el diseño sea, o demasiado complicado o demasiado antiguo y desfasado. No hay que pecar de un diseño web profesional demasiado moderno pero tampoco de tener una web tan sencilla y rudimentaria que no llame nada la atención al usuario.

Las estadísticas hablan por sí solas, casi 7 de cada 10 compradores desconfían si no ven un buen diseño web profesional y se marchan sin realizar ninguna compra. Mientras que casi 8 de cada 10, son capaces de evaluar la profesionalidad de una empresa solo viendo su página web, de ahí la importancia de su diseño.

Alguna de las claves para tener una web profesional son estas: usar una tipografía elegante y de fácil lectura, un diseño limpio y sencillo, que no peque ni por exceso ni por defecto en cuanto a cantidad de texto y por supuesto, tampoco de negritas y cursivas. El diseñador o encargado de realizar debe de seguir una línea y mantener una uniformidad estética, los experimentos deben quedarse en un segundo plano. Los colores o gamas cromáticas deben ser las idóneas para la imagen corporativa. Y el uso de las fotos debe reflejar el mensaje que se quiere transmitir, siempre con un tamaño medio, sin estridencias y con pocos colores.

Acuérdate, una web con un diseño web profesional es clave para que tu negocio pueda funcionar y se gane la confianza del usuario, el cliente final. Así de fácil.

 

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