A la hora de encargar el diseño de nuestra página web, tanto personal como corporativa, nos vienen a la cabeza una serie de pautas que debemos de seguir desde el momento uno. Tales como la distribución de las secciones, la interactividad de la página, las posibilidades de la misma, su propia capacidad… pero es en un aspecto, a priori banal y secundario, donde también tenemos que centrar todas nuestras miradas. El color de la web.
Y es que elegir el color de una web es igual de importante que el diseño de la misma y de elegir un color inadecuado puede ser otro de los errores a la hora de crear una web. El color incidirá en lo que en la web se quiere comunicar y, sobre todo, la percepción que los clientes van a tener de nuestra empresa. La elección del color debe ser una de las decisiones más acertadas. Según diferentes estudios, elegir un color u otro para nuestra página web incidirá psicológicamente tanto en la opinión de nuestros clientes, como en el tiempo en el que se queden en nuestra página y, por tanto, esto puede ampliar o disminuir nuestra perspectiva de éxito.
El mejor color para una web dependerá de las actividades y el campo de actuación de la empresa en cuestión. Los colores rojos y azules para formaciones políticas o el color verde para empresas dedicadas a temas de agricultura y medioambientales son más que sabidos. Los azules claros y los rosas suelen usarse tanto para webs infantiles como para páginas personales y/o de cocina. Sin embargo, no siempre es así y no solo estos colores son los más elegidos y los propicios a la hora de elegir el mejor color para una web.
La combinación de los colores amarillos y negros está cada vez más de moda. Suelen ser utilizados para empresas con actividades industriales, de fuerte carácter y personalidad. Se tratan, a priori, de productos menos amables y que tienen que ver con sectores como la pintura, la automoción, los utillajes… Por su parte, el rojo es uno de los colores más elegidos para aquellas webs que hablan de salud. Suelen ser tonos más claros en clara alusión a la sangre. Curiosamente, también es este color el más utilizado para las webs de restaurantes, donde comer es salud.
Para productos del hogar, los tonos blancos, marrones claros, sepias y amarillos claros son los que más se repiten. Transmiten comodidad, cercanía, seguridad y confianza, la que debemos de tener en nuestro hogar. Dentro de estos sectores, que eligen estos como los mejores colores para una web, se encuentran también la iluminación o el diseño mobiliario.
Sin embargo, hay veces que estas reglas quedan en saco roto. Y muchos diseñadores prefieren no optar por estas tendencias y optar por tonos más agresivos, blancos neutros con fotografías de la empresa, y diseños más sorprendentes con el objetivo de impactar en el usuario final. Sobre gustos…